Circo Social: “Transformándonos desde el vínculo y el juego”

“Los niños y las niñas, no recuerdan lo que intentas enseñarle, recuerdan lo que eres” (Jim Henson)

El desarrollo y crecimiento del Circo como una estratégica artística, pedagógica y social, es utilizada en diversos contextos, como herramienta de prevención, promoción, amplificación sociocultural y cambio social, creando puentes de transformación de realidades, desde el vínculo con los participantes; de este crecimiento es que cada día se está profesionalizando más su praxis, generando espacios de reflexión y formación que ayuden a guiar el rol de un formador de Circo Social.

Por Marcelo Pérez (*)

La definición que utilizamos de Circo Social, cada vez es más cuestionable, debido a lo amplio del concepto y de los contextos que se utiliza el arte como herramienta psicosocial, lo que ha ido generando tensiones necesarias para poder ir fortaleciendo la praxis y la reflexión en torno al impacto del circo social y a su didáctica. Como este artículo no plantea dichas tensiones, sino más bien pone énfasis a una propuesta didáctica del circo social, dejaremos esta discusión y análisis para otros textos, con el fin de enfocarnos en la propuesta de la didáctica del CS.

 

La didáctica en su definición más amplia, se plantea como una “Parte de la pedagogía que estudia las técnicas y métodos de enseñanza” (En, Línea 2016), desde la experiencia reunida como formador de Circo Social, y del trabajo que hemos realizado como Red Chilena de Circo Social y ONG Coreto-Circo Social, generando diversos espacios para la reflexión y la formación, dentro de ellos, el Congreso de Circo Social, que posee un libro de cada versión, disponible en www.redcircosocial.cl, como también los ciclos de formación que se realizaron durante el año 2016 desde la red de circo social, y la formación de formadores, que como ONG Coreto Circo Social, hemos realizado en la comuna de Maipú, desde estas instancias es que surge la necesidad de potenciar nuestra praxis, desde la reflexión y propuesta sobre la didáctica del Circo Social.

Esta didáctica, que proponemos está muy ligada a la construcción del paradigma de la psicología Comunitaria, ya que desde el proceso de validación y reflexión del Circo como herramienta, hemos encontrado amplio sustento teórico en la visión propuesta de la Psicología Comunitaria, principalmente del proceso vivenciado en Latinoamérica. La pedagogía que planteamos parte de la visión que los y las participantes del Circo Social, son sujetos activos y creativos, capaces de incidir y transformar su realidad, realizando procesos desde las fortalezas que cada niño, niña y adolescente posee, y que por diversas razones no ha podido desarrollar, encontrando en el espacio del circo, la posibilidad de desarrollar estas habilidades desde; su “yo puedo, yo quiero y desde el nosotros podemos, nosotros queremos”  primero porque se reconoce el poder del individuo, pero el espacio del circo nos ayuda a volver a lo colectivo, al grupo, a fortalecer las capacidades grupales por sobre la individualidad, lo que nos diferencia significativamente, del circo profesional y/o Circo Recreativo, utilizamos el circo para incidir positivamente en la vida de las personas, no como fin, sino el arte circense como medio de transformación social y habilidades para la vida.

Nuestras técnicas son inicialmente las circenses, englobadas en las 3 más clásicas, el payaso, el malabar y la acrobacia, donde en cada una se debe diseñar estrategias de enseñanza-aprendizaje que contenga elementos pedagógicos pero también psicosociales, poniendo énfasis a una planificación que contenga estos elementos desde el objetivo,hasta las estrategias de evaluación, porque si no planteamos objetivos, como podemos evaluar, como podemos medir y cómo podemos saber si realmente el circo incide en la vida de quienes tienen la posibilidad de participar en algún proyecto y/o escuela de circo social.

La didáctica no solo define como miramos al otro/a, sino también como ayuda  para trazar los objetivos y metodología a utilizar, que en el caso del circo, es el Juego, la risa, la sorpresa y la disciplina.

Desde esta metodología, queremos relevar el rol del formador y el vínculo necesario para poder cumplir los objetivos propuestos. El formador como metáfora debe ser capaz de ser:

  • Un Guía: quien debe guiar a los y las participantes hacia el cumplimiento de los objetivos grupales y personales, acompañándolos potenciando sus fortalezas y minimizando sus errores, como una forma de aprender a reconocer que en el circo, cada caída, cada error, cada frustración, es un avance importante para el proceso de aprendizaje.
  • Un Creador de Juegos: El formador no solo debe generar espacios para jugar, sino que debe ser parte del juego, siempre desde su rol de guía, pero enseñando a disfrutar, tomando en cuenta que esto ayuda considerablemente al vínculo.
  • Un Guardián: debe generar todas las condiciones seguras para cada actividad, no solo para actividades físicas, relacionadas con la acrobacia, sino también ser capaz de generar la confianza y contención emocional, necesaria para enfrentar diversos conflictos que puedan surgir en el espacio grupal.
  • Un Motivador: debe contagiar y contagiarse de la energía del grupo, la didáctica del circo social, no solo incluye teoría, sino también pasión y amor por la praxis, aquí el compartir experiencias y fomentar espacios de dialogo es clave (círculos) para motivar a cada uno de los participantes.
  • Un Señor del Clima: Debe ser capaz de reconocer el clima del grupo, cuando hayan conflictos, cuando haya algún problema dentro del grupo, cuando algún participante este pasando por algún mal momento, tener claro que el rol del formador no es solo la técnica, sino ser una figura segura para cada participante.
  • Un libro: Porque debe contar con herramientas teóricas, que validen su práctica, suele suceder que como formador a veces repetimos dinámicas que fueron significativas para nosotros, no realizando la reflexión y el análisis necesario para saber cuál es el objetivo de esa dinámica en particular, debemos aprender a reflexionar cada dinámica, proponiéndonos objetivos de porque ese juego, y porque en este momento. Ser un libro no es solo repetir lo que leemos, sino analizar para saber cuándo, cómo y porque hacerlo.
  • Un acompañante de vida: acompañante de las  vivencias de los participantes, generando un tejido invisible de vínculos que se teje en el espacio circo entre los participantes y el formador.

El vínculo que es otros de los pilares de la didáctica que proponemos para generar los cambios y transformaciones que buscamos con el circo social, cuando uno compromete la emoción, se generan cambios significativos, que inciden en la confianza, el respeto y la creatividad, que el objetivo del arte social emocionar, creer y crear. Desde esta perspectiva el vínculo es clave, desde ahí surge la metodología del círculo, donde en cada sesión al comenzar y al terminar nos tomamos de las manos, para hacer un circulo, donde vamos en contra de la educación formal, donde los y las estudiantes se sientan detrás de otro, mirándoles la nuca, creemos firmemente en la necesidad de encontrarnos, de mirarnos a los ojos, que es así como se construyen vínculos y relaciones basadas en la confianza, que ayudan a que un participante, suba al trapecio, realice un ejercicio de acrobacia con un compañero, aprenda a reír y reírse con otros(as) y que pueda saber que cuando una pelota cae en un ejercicio de malabar, es un avance y no un retroceso.

La didáctica del circo social, es muy amplia y diversa, primero porque cada circo social es distinto en el objetivo que busca y segundo por el contexto socio-cultural donde se realiza, nuestra propuesta es plantear un camino, donde la metodología ayude, facilite y nos oriente a buscar propuestas en conjunto para desarrollar vínculos que puedan incidir en los y las participantes, donde la posibilidad de haber participado en el circo, desarrolle una experiencia para la vida, un espacio donde podemos confiar, reír, donde todos y todas somos iguales, donde todas las opiniones y visiones son aceptadas. No queremos terminar sin entregar dos estrategias que nos han servido para la generación de identidad, que son la creación de las normas del espacio entre tod@s, donde se reconoce la posibilidad de voz, voto y veto de cada participante, que sin duda ayuda al autocuidado y co-cuidado de las relaciones que se forman en el CS, y la creación de un nombre y rito de cierre de cada sesión, específicamente el grito que creamos entre todos, que sin duda son estrategias claves, para el vínculo, la identidad grupal y la sensación de espacio seguro que necesita la praxis del circo social, como herramienta de transformación individual, grupal, familiar y/o comunitaria.

Documento publicado en la revista art social disponible en
: https://www.artsocial.cat/articulo/didactica-del-circo-social/

Presentación

(*) Marcelo Pérez Daza es Psicólogo Comunitario y Formador de Circo Social, miembro de la Red Chilena de Circo Social y socio-fundador de la ONG CORETO CIRCO SOCIAL.  Actualmente coordinador pedagógico y social de los proyectos Circopolis y Peumayen que la ONG CORETO CIRCO SOCIAL, esta desarrollando en 2 Comunas de la ciudad de Santiago. Realizo su tesis de circo social para el titulo de psicólogo; disponible en www.redcircosocial.cl(TW: @mpdpsicocirco)

 

 

 

 

 

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