El circo social como medio de intervención para adultos mayores en México

 

Por: Meztli Mariana Yáñez Ramírez

Hoy quiero contarles de un proyecto de circo social que ha sido parte central de mi vida los últimos dos años:

En 2021, en medio del aislamiento causado la pandemia por COVID-19 y viviendo en una colonia en la que residen muchos adultos mayores a quienes vi deteriorarse debido a la falta movimiento y socialización, tuve la idea de generar una propuesta de intervención dirigida a ellos, que no implicara salir de sus casas y exponerlos a un contagio, motivo por el cuál, junto con un equipo de instructores de diferentes disciplinas de circo y la guía de un fisioterapeuta y posteriormente de una geriatra, diseñamos un programa de circo social que promoviera su activación física y mental a través de videos breves en youtube.

Dicha inquietud cobró más fuerza cuando empecé a investigar sobre el tema y me encontré no sólo con que los adultos mayores son una población vulnerada, debido a situaciones de violencia, maltrato, abandono, aislamiento, discriminación e incluso, por barreras arquitectónicas, esto no sólo en México, sino en la mayor parte del mundo; sino que además es un grupo de edad que va en aumento. Tan sólo, en 2017 la ONU reportó que en América Latina y el Caribe, existen 76 millones de personas adultas mayores y estimó que para el 2050, la cifra podría ser de 198 millones, aspecto que por tanto, considero que requiere mayor atención y acciones concretas a fin de prevenir posibles situaciones que afecten a la salud física y mental de un alto índice de la población mundial.

Al comenzar con esta propuesta, no estuve segura de que el circo fuera una aproximación adecuada, pues no sabía si a los adultos mayores podría llamarles la atención, pensaba que era fácil que creyeran que sólo se trataba de hacer ridiculeces, cosas sin sentido o peor aún, que lo vieran como algo imposible, no sólo por la naturaleza del “asombro” que provoca el circo, sino también ligado a su edad y las limitaciones de movilidad que muchos de ellos empiezan a sentir; aspectos por los que quizás sintieran rechazo, pena o incluso miedo. 

Y, por otro lado, a pesar de no haber pensado en incluir ejercicios que fueran de alto riesgo o impacto, me preocupaba la facilidad con que la gente mayor sufre de caídas y accidentes, los cuales para nosotros pueden ser de menor importancia, pero en ellos, puede poner en juego su independencia (y con ello afectar su salud mental) e incluso su vida. 

A partir de lo anterior, fue que, junto con los instructores, el fisioterapeuta y la geriatra, se decidió hacer una propuesta pedagógica que integrara grandes líneas temáticas a manera de módulos o disciplinas, las cuales fueran llevando poco a poco el trabajo y la complejidad de este, sin que implicara un riesgo mayor el estar ejecutando las rutinas de los videos estando ellos solos en sus hogares; de esta forma, el diseño de la intervención se estableció de la siguiente manera:

  • Conciencia corporal
  • Equilibrio y propiocepción
  • Flexibilidad
  • Coordinación, disociación y malabares
  • Acondicionamiento físico
  • Danzaterapia
  • Teatro físico
  • Clown
  • Reverbera 

Así, la práctica de este programa inicia con las actividades propuestas en los módulos de Conciencia corporal y Equilibrio, con la intención de que los adultos mayores vuelvan a conectar con su cuerpo y construyan una base sólida para después poder desenvolverse con mayor seguridad y fluidez en elementos más complejos, como la flexibilidad, los malabares, el fortalecimiento del cuerpo en general, juegos escénicos de teatro y clown, danza y una especie de meditación en movimiento llamada Reverbera.

Por otro lado, se buscó que cada uno de estos módulos o disciplinas tuviera una sección explicativa en donde pudiéramos compartir con los participantes los beneficios que los diferentes ejercicios propuestos pueden brindar a su vida diaria, para que su práctica pueda volverse significativa y motivada, más allá de un “deber” para mantenerse sanos.

Fue conjuntando todo lo anterior como nació “Cha’a Cha’a Circo”, un programa de circo social, enfocado en promover la activación física y mental de los adultos mayores, que busca incidir en su percepción de salud y en la calidad de vida. Y ahora, dos años después, con 35 videos diferentes en nuestro canal de Youtube conformando el proyecto, una tesis en proceso y varios grupos presenciales que fueron realizados en 5 diferentes casas de día del Estado de México y en una biblioteca pública de la CDMX, atendiendo en total a aproximadamente a 84 adultos mayores, creo que hay mucho por decir, mucho por compartir y seguir construyendo:

Sin duda una limitante para conocer los resultados del proyecto es que tenemos poca o nada de información respecto a todas las personas que lo llevan a cabo desde sus casas, a través de internet, salvo el ocasional comentario en nuestro canal de youtube. Sin embargo, dentro de los grupos presenciales que se gestionaron una vez terminada la pandemia, hemos podido observar diversos aspectos que nos llevan a apostar cada día más por esta forma de intervención.

Por un lado, el principal resultado que se ha mostrado de forma consistente en todos los grupos, es en el ámbito emocional y cognitivo, pues en todos los casos se han hecho evidentes cambios que van desde una mayor motivación por hacer y aprender cosas nuevas, una atención mucho más enfocada y una mejor retención de la información, hasta un abandono al miedo a hacer el ridículo y a ciertos prejuicios respecto a la forma en que expresamos las emociones, así como una mayor apertura a la risa y el juego, ayudando a su vez con la interacción social entre ellos y también con personas de diferentes edades (en este caso, los instructores), empezando a compartir sus preocupaciones y sentires, encontrando un espacio seguro en el cual sentirse escuchados y validados, y abriendo la posibilidad de construir redes de apoyo. 

En ese sentido, la construcción de dichas redes fue un punto clave dentro de los grupos presenciales, debido a la importancia de fomentar la socialización es esta edad y de crear momentos en donde puedan sentirse sostenidos por una comunidad, pues como ya se mencionó antes, es frecuente el maltrato e incluso el aislamiento de estas personas, de forma que resulta muy común que los adultos mayores se quejen de no ser escuchados, no ser vistos, sentir burla de parte de familiares cercanos porque repiten frecuentemente los mismos recuerdos, sentir que no tienen nada que hacer o decir que sea novedoso para los demás, percibirse como una carga para sus familiares, desear pasar muchas horas dormidos o acostados por no saber qué más hacer e incluso, falta de motivación por la vida. Es por ello que nos pareció sumamente necesario hacer énfasis en esta parte del trabajo y nos alegró ver las amistades y lazos que se formaron.

En cuanto a la parte física, los cambios han variado de acuerdo con la constancia con la que cada uno asistió a las sesiones y/o practicó en casa, sin embargo, de forma general puedo decir que todos desarrollaron una mayor conexión con su cuerpo, recuperaron o construyeron un mejor equilibrio y, por lo tanto, comenzaron a moverse con mayor confianza y fluidez. Asimismo, en todos los casos, mencionaron el cuidado que sintieron que le estaban dando a su columna y el descanso que eso implicaba para su cuerpo, que era como un “apapacho” que no sabían que necesitaban. Asimismo, era frecuente que durante el taller descubrieran dolores o cansancios que no habían notado antes, por lo que, al momento del cierre, fue común escuchar que “no sabían lo mucho que habían descuidado X parte del cuerpo”. 

Por lo demás, los comentarios han sido muy diversos, pues justamente el avance dependió del tiempo que cada uno pudo dedicar a la práctica de los ejercicios fuera de las sesiones y a la asistencia de los talleres presenciales, pero de forma general, los cambios que nos han comentado que observan van desde el sentir un cambio en sus articulaciones, aprender a convivir y a relajarse, encontrar nuevas formas de contactar con su cuerpo, conectar con sus necesidades y deseos, hasta haber descubierto que no todo es dolor y re-contactar con la alegría.

Para mí, ha sido maravilloso observar su disposición a llevar más lejos los ejercicios, principalmente de teatro y clown; cómo vuelven a ser niños y comienzan a disfrutar de hacer gestos, moverse, improvisar e inventar historias. Y cómo a partir de eso, en conjunto con el aspecto físico, mejoraron su confianza, autoestima y autocuidado.

Es por lo anterior que, al igual que en el caso de “Cha’a Cha’a Circo” considero imprescindible generar diversas iniciativas enfocadas en su cuidado y bienestar, dichas alternativas deben ser accesibles, no sólo a nivel económico, sino considerando sus capacidades, así como posibles limitantes físicas y de desplazamiento en cuanto a traslados para llegar a las sesiones (no olvidar que existen barreras arquitectónicas y de transporte que afectan a esta población), además de buscar brindarles herramientas que ellos puedan emplear dentro de su vida cotidiana. 

Por eso, la intención ahora es no sólo abrir más grupos presenciales en diferentes partes de México, sino contactar con personas de diferentes partes del mundo que se interesen en trabajar con esta población, ya sea haciendo uso del material de “Cha’a Cha’a Circo” desde Youtube o generando propuestas propias y a partir de eso, tejer una red de estrategias, experiencias y saberes específicos dirigidos a la calidad de vida del adulto mayor. Y quién sabe, tal vez transformar al circo social como una metodología de intervención común dentro del cuidado de las personas mayores, a final de cuentas, su multidimensionalidad e interdisciplinariedad es un factor recomendado por médicos, geriatras y fisioterapeutas dentro del trabajo que se requiere para procurar el bienestar de esta población, al ofrecer un acercamiento integral para su salud.

Por ello, dejo abierta la puerta para el diálogo y la creación de proyectos encaminados a este tema. El programa pueden encontrarlo en Youtube como “Cha’a Cha’a Circo”, dentro del canal de Pro-eduk@ y a mí pueden contactarme a través de la siguiente dirección electrónica: meztli242829@gmail.com

¡¡¡Y que siga creciendo y sembrando el circo social!!!

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