María Elena Andrich
Patrimonio Circense
Frente a Italia, al otro lado del Mar Adriático, limitando entre Croacia y Serbia, a más de 12 mil kilómetros de Chile, se encuentra Bosnia y Herzegovina, punto de inicio de la descendencia gitana que llegó a Chile a principio del siglo pasado. Fueron aquellas familias que prácticamente recorrieron el mundo, para llegar hasta nuestro país, y junto a ello, sembrar los inicios del circo. Esos son los orígenes de María Elena Andrich.
Cuando se habla de circo en Chile, el nombre de María Elena Andrich no puede faltar.
Hablar con ella es hablar de historia, de detalles y recovecos del circo chileno. Datos y anécdotas que nos permiten imaginar cómo se fue gestando los inicios del arte circense, y cómo éste logró convertirse en patrimonio nacional.
María Elena desciende de una familia migrante, gitana y circense, lo que actualmente la llevó a postular un proyecto de investigación FONDART llamado “Gitanos circenses, y su aporte al circo tradicional en Chile”, es cuál está siendo ejecutado, y debiese ser lanzado a final de este año.
“Hemos trabajado como ratones de biblioteca, pero por la contingencia, tuvimos que aplazar entrevistas y el cierre del proyecto. Esta investigación finaliza con el lanzamiento del libro, porque para mi es importante el registro. Yo soy a la antigua, lo digital todavía no lo entiendo. Si tendrá página web, pero para mi el libro es lo importante. Se toca, se regala…eso me importa mucho. No es lo mismo regalar un libro escrito por una”.
Reconstruir historias
María Elena Andrich cuenta sobre su vida con mucha generosidad, nos abre las puertas de su casa y entre fotos de circo y frondosas plantas, va narrando la historia de su familia.
¿Tenías planes para el lanzamiento del libro?
Yo tenía todo pensado y planeado. Desde que salió la aprobación del proyecto, imaginé el lanzamiento del libro. Ahora todos mis sueños se fueron a la chuña, tendré que ver la forma. Yo pensaba incluir a los descendientes de los gitanos, con música gitana, bailes y comida típica. Ahora con suerte voy a estar yo. Tal vez será en línea. Pero tiene que ser apoteósico, con música en vivo.
María Elena cuenta sobre la motivación de su proyecto y cómo este nace gracias al poco conocimiento que tenía sobre su propia vida: “Yo quería armar la historia de mi familia, ver hacia atrás. Yo no tengo muchos antecedentes de cómo partió. Mi papá nació en Perú y llegó huérfano a Chile, porque un aluvión se llevó a mi baba (abuela). Él traía una tragedia muy grande, entonces nunca nos habló de nuestra familia, jamás. Ellos venían de Europa como circenses. Toda mi familia venía del circo, y por entrevistas a primos me he ido enterando. Yo quería reconstruir mi historia”.
Gitanos circenses, y su aporte al circo tradicional en Chile
“Este tema es exclusivo mío, porque los únicos gitanos circenses que quedan aquí en Chile es mi familia, entonces cómo en el circo no hay nada (de investigación), todo lo que se haga es aporte”.
¿Existen actualmente gitanos dedicados al circo en Chile?
Ya no existen gitanos circenses en Chile, el único que queda vigente es mi hermano Ángelo y sus hijos y mi hermano Carlos que fabrica carpas.
A raíz de tu investigación, ¿cuál crees que fue la razón por la que los gitanos se alejaron del circo?
Era más conveniente hacer negocios, la compra y venta. Se dedicaron, como decimos nosotros, a gitanear. Es menos sacrificado y más seguro. Compras un vehículo, lo venden y tienen el dinero, no arriesgan nada. No depende de la lluvia ni de si viene gente.
Mucho riesgo y poca recompensa.
En todos los países hay gitanos. Aquí ninguno siguió con el circo, pero fuera de Chile, los circos más grandes son gitanos.
¿Cuáles son los principales aportes de la cultura gitana en el circo?
El aporte principal es la música y la domadura de animales. Los gitanos son famosos por el adiestramiento de animales.
“Lo que más me importa de esta investigación, es que van a quedar los nombres de ellos en un libro. Me ha servido para comunicarme con la comunidad gitana/circense de otros países”.
“El pueblo gitano es muy cerrado, muy maltratado y aporreado, por lo tanto, es muy hermético. Por eso también la gente de circo es hermética, por que ha sido muy maltratado, así te proteges, es por sobrevivencia. Los gitanos han sido perseguidos desde antes de Cristo. Se inventan historias de los gitanos, de las carpas, del cotidiano vivir.
¿Cómo esperan que sean comunidades abiertas? Los ajenos, no pertenecen”.
¿Sabes qué disciplinas realizaba tu familia en el circo?
Mi abuela bailaba con el oso, mi abuelo era el que dirigía el circo, él era el hermano mayor. Luego del accidente (aluvión ocurrido en Perú), quedó muy mal, y ahí el circo pasó a manos de su hermano, y él decidió que se vinieran todos a Chile, incluido mi papá chiquito. El circo se llamaba El circo de Miguel Todorovich.
Fuete PILAR DUCCI GONZÁLEZ, “AÑOS DE CIRCO: HISTORIA DE LA ACTIVIDAD CIRCENSE EN CHILE”
Dentro de la historia del circo chileno, al ser tan escaso el registro de sus orígenes, hay imágenes y fotografías recurrentes. María Elena Andrich destaca: “Esa clásica foto de la carreta, esa del traslado del circo, esa es mi familia, mi papá está arriba de esa carreta”.
“Mi papá quedó tan traumado, que no nos enseñó el idioma, nosotros (ella y sus hermanos) no aprendimos a hablar en gitano. Yo no alcancé a conocer a mi familia, mi abuela murió cuando mi papá tenía 4 años. Mi tía falleció antes de que yo naciera, y mi abuelo falleció días antes de que yo naciera. (…) Yo he ido recopilando datos, ya sé en qué pueblo ocurrió el aluvión”.
¿Vas a viajar a ese lugar?
De todas maneras. Yo me hice la promesa de que si encuentro dónde está enterrada mi abuela, voy a traer un poco de tierra y se la voy a ir a dejar a la tumba de mi papá. Quiero traerle algo de su mamá.
¿Qué piensa tu familia o tus cercanos del circo con respecto a tu investigación?
No están ni ahí, no les interesa nada… “Son partes de mis locuras”.
Patrimonio
Tras dos años de gestión y ley de lobby, Andrich participa en el ingreso del circo como patrimonio inmaterial en Chile.
A raíz de una invitación realizada por el Ministerio de las Culturas, el Arte y el Patrimonio, a participar en la conmemoración a los 100 años de Violeta Parra (2017), María Elena no reaccionó como ellos esperaban: “Este año nosotros también tenemos algo que celebrar, son los 100 años del Tony Caluga, y si me dan a elegir, yo feliz celebró al Tony”.
Entre risas, cuenta los detalles de aquel entonces, y sin saber muy bien el porqué, finalmente se realizó la conmemoración de los 100 años del Tony Caluga, como celebración oficial del día del patrimonio: “Un espectáculo memorable. Es muy importante conseguir ese hito”.
Las conversaciones siguieron en contacto junto a la Seremi y al departamento de patrimonio. Se realizó una campaña Regístrate Circo, en el cual obtuvieron cifras sobre 60 circos participantes. Posterior a ello, al cierre de la solicitud, María Elena entregó el formulario y este fue aceptado y presentado con éxito. La postulación contaba con una gran ventaja, ya que la historia del circo se encontraba en el libro de Pilar Ducci “Años de circo: historia de la actividad circense en Chile”, junto al libro “Circo En Tres Actos. 150 Años De Maroma En Chile” de Ilan Oxman, piezas que fueron una ayuda fundamental.
Uno de los requerimientos esenciales del ingreso del circo como patrimonio, fue que este estuviera reconocido en las 16 regiones, dato excepcional ya que el patrimonio generalmente es local.
“El circo va de Arica a Punta Arenas, y sino no va. El circo está presente en todo el territorio”. Argumentó Andrich. Acción que significó 16 revisiones y resoluciones. Un largo trabajo, en el cual se logró el reconocimiento a lo largo del país: “Somos el único elemento presente en las 16 regiones”. Exclama María Elena con orgullo.
Y como no estarlo. En 2019 el circo es ingresado como patrimonio inmaterial en todo Chile, y ahí se encontraba aplaudiendo en primera fila, María Elena Andrich.
Gestora Cultural Circense
¿Cómo parte tu trabajo desde la gestión cultural?
Yo partí a los 18 años como gremialista, en el año 1974, ahí fui invitada a una reunión de la Federación Internacional de Trabajadores del Espectáculo FITE, que se hizo en Chile, y ahí nunca más pare. Ingresé al sindicato en el 79’, y en 1980 ya era secretario del Sindicato Circense de Chile. He trabajado en gestión toda mi vida. Desde el 2006, me dedico al circo 24/7. Fui parte de las que tocamos puertas para que el circo fuera reconocido como arte escénico (2011). En los últimos 15 años, he sido parte de todas las comisiones de trabajo relacionadas con el circo.
De todas tus aristas y facetas dentro del circo, detrás y delante del escenario, ¿cuál te apasiona más?
La gestión de todas maneras. La gestión es importantísima, si no hay gestión la gente no te conoce. El valor de esta es increíble, los gestores son los que le dan el valor a la actividad. Si los artistas no tienen gestión, nadie los conoce.
Sin el trabajo de gestión, el ministerio no se hubiese enterado del circo.
Yo defiendo la gestión cultural a muerte, si no fuera por eso nada existiría, ni si quiera hubiese sido arte escénico. Actualmente se llama gestión cultural, pero antes eran los que contaban lo que se estaba haciendo, los que difundían.
No estaban los artistas malabareando en la puerta del ministerio, eran los gestores los que estaban golpeando puertas, haciendo lobby. El artista realiza su acto a la perfección, la gestión se encarga de que sea conocido.
María Elena Andrich relata cómo fue el cambio de tradición de celebración del día nacional del circo, que durante 15 años consistía en ubicarse frente a La Moneda, hasta que un día ella insistió en que se trasladaran al GAM: “Vámonos al GAM que aquí en La Moneda no nos pesca nadie”.
“El circo es cultura, ¿cómo vamos a estar en la calle? Vámonos a un centro cultural”
Dentro de esta nueva celebración, el cambio de día (sábado) también fue estratégico. Idea que no convenció a muchos: “No queremos que venga la gente de circo, si saben lo que es el circo. Queremos que vengan los de afuera”, y efectivamente no asistieron desde el gremio y por falta de cuórum, no pudieron realizar el clásico desfile. Si llegaron desde el ministerio y mucha prensa. Un éxito.
“El solo hecho de salir de la calle y pasar a ser una actividad cultural nos hizo visibles. Desde el 2013 que se realiza ahí. Y esa visión diferente de las cosas, lo ve un gestor. ¿Qué le puedo decir yo de circo a la gente de circo? Nada”.
Junto al cambio de día y locación del día nacional del circo, Andrich propone hacer algo más “algo importante”, donar un libro escrito por un circense a la biblioteca del GAM: “Este año el día nacional del circo, se va a celebrar con la entrega del libro de Coyito a la biblioteca del GAM”. Para eso contaron con la presencia del director del GAM y la encargada de biblioteca: “Realizamos la entrega, para que empezara la bibliografía del circo”. Consecuencia de eso, a Luis Cárdenas Valenzuela, más conocido como Coyo se le otorga de parte del ministerio la Orden al Mérito Pablo Neruda, por haber escrito el libro “El Circo, los Trapecios…Mi Vida”, comenta María Elena.
Puro Circo
“Yo nací en el año 1956, desde que tengo memoria existe el circo, el papá de mi mamá tenía circo. Partí a los 5 años, hacía contorsiones y era la ayudante del mago, mi mamá. Hacíamos la levitación, me ponía dormir y volaba en el aire. Luego era la bailarina del circo y después fue maestro de ceremonia en la pista (18 años), me tocó por accidente, el maestro faltó y como yo era la última del desfile, agarré el micrófono y partí saludando, y ahí pasé a ser reemplazo. Años después pasé a hacer la contabilidad del circo de mis padres, y en el 79’ el circo cerró. En los 80’- 90′ s me dediqué a hacer eventos circenses, funciones, fiestas, arriendos, eventos de navidad, empresas, e incluso préstamos cosas para el estreno de La Negra Ester, yo instalé los ruedos. Una vez me tocó eventos con leones, o el viejo pascuero en helicóptero, hasta la inauguración del Estadio Colo-Colo. Yo estaba en la cancha para Los Libertadores, junto a Colo-Colo. La mesa que se usó para sostener la copa, es la mesa del comedor de mi casa”.
Con respecto a los diferentes y variados estilos y tipos de circos, desde el tradicional hasta el contemporáneo, ¿en qué se diferencian?
Para mi el circo es circo. No existen apellidos ni etiquetas. El circo es uno solo, desde las cavernas. Si va mutando, y creando nuevas líneas, así como está el Ballet Clásico y el Ballet Moderno. Para esto debe tener una base de circo, su componente principal debe ser hacer circo. En algunos circos se presenta con brillos y mallas, y en otros con bototos y la cara pintada, pero hacen trucos de técnica y es 100% arte circense, pero con estéticas diferentes.
¿Cuál espectáculo de circo recuerdas con más emoción?
Me emociona mucho, aunque mucha gente no me cree, es el Cirque du Soleil, me emociona mucho el valor que le entregan al circo. Acá a Chile ya no llegan los rusos, pero cuando era muy pequeña, los vi en el Caupolicán. Los circos de Moscú o de China eran espectáculos de otro mundo. Sucede algo bien curioso, acá en Chile se suben 4 o 5 a una bicicleta, los rusos o chinos se suben de 30.
¿Por qué crees que se genera ese factor, más allá de la nacionalidad?
Porque es muy costoso. Allá hay muchas escuelas y hay artistas de sobra, entonces montar un acto de 10 personas es normal y financiado por el Estado. Acá un empresario no contrata un número con 10 personas, es mucha plata.
“El Soleil me emociona, porque considero que es como la Ópera, reconocibles. Se pueden repetir y me siguen emocionando, vista y realizada millones de veces. Un espectáculo con técnica circense. Yo lo disfruto a concho, yo voy a todos. Corteo (2005) me volvió loca. Con la banda en vivo y ver tu realidad reflejada en una obra, ver tus costumbres plasmadas y rescatadas, significa que ya eso es parte de la historia. En Europa eso ya no se hace así, esto es una forma de rescatar la tradición histórica. Y para nosotros, eso todavía lo vivimos, para nosotros es la actualidad. ¿No lo encuentras maravilloso? Como no me voy a emocionar. Me vi reflejada, están hablando de mi vida, de lo que he vivido. Aún conservamos ritos y tradiciones que en los demás países ya no existen”.
María Elena Andrich.
Herencia de circo, tradición gitana, asistente de mago, cirquera, jurado de festivales de circo (nacionales e internacionales, y actualmente online), dirigente, gremialista, crítica circense, carpas y mucha gestión cultural, la lista suma y sigue. A sus 64 años, María Elena Andrich continúa trabajando, por estos días participa de forma online en una Mesa sobre patrimonio Nacional en Colombia. Andrick tiene mucho más que contar, ahora solo nos queda esperar la fecha de su lanzamiento.
Fotografías por Tahia Muñoz
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