Tomando el pulso al circo chileno

Circo Hermanos Castro en Chiloé. Gentileza Felipe Gastro

El circo en Chile goza de popularidad y respeto en cualquiera de sus manifestaciones, tradicional o nuevo circo, crece en entrega y profesionalismo. Una mirada a la actividad circense en la actualidad que nos de señales de sus tendencias artísticas, sus  fortalezas, debilidades y lo que sucede en regiones. Artistas y gestores de circo le tomaron el pulso a los distintos ámbitos de la actividad.

 

Por Rodrigo Chacón  y Nancy Arancibia 

El circo es transversal en su capacidad de diversión, las risas que provoca, la expectación, sorpresa, su capacidad de expresión, la integración de diferentes recursos artísticos, la emoción que es capaz de provocar y la magia con que siempre cautiva al público. Parte a fines del siglo XIX con una familia que llegó desde el extranjero al puerto de Valparaíso para iniciar lo que se conocería como el primer circo chileno y al que con posterioridad se fueron uniendo otros proyectos que contaron con la venia de la gente, transformándose finalmente en una comunidad.  Se convirtieron en una gran familia de artistas acogiendo aspectos diversos del espectáculo con números que implicaron además animales amaestrados, trapecio y una variada gama de números en la pista.

Así se fue desarrollando con los años el itinerante modo de llevar el espectáculo a todos los rincones del país a través de clanes familiares que en total hoy forman unas 120 compañías circenses activas y vigentes. Por otro lado, en el inicio de la década de 1980, se suma el denominado “Nuevo Circo” que agregó otros elementos al espectáculo como la danza y el teatro, con el plus de instalar además el concepto de la docencia circense para todos aquellos que quisieran aprender sus secretos.

Pero, cómo se articula hoy el circo en Chile, su práctica, sus tendencias, cómo crece, son algunas preguntas que quisimos hacer a artistas, directores y gestores que hoy están en la escena nacional para tomar el pulso a este arte que crece en diversidad.

Desde la institucionalidad, Carla León, coordinadora del Área de Artes Circenses del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio,cree que el circo pasa por un estado de profunda creatividad con compañías de nuevo circo de gira y en permanente actividad. Respecto al circo tradicional, la actividad también se encuentra viviendo un buen momento y en un proceso de buscar puntos de vista común para afinar los objetivos que se trazan como gremio. Es un sector que tiene una base sólida en cuanto a organización y con un sindicato que lleva alrededor de 70 años. También destaca un trabajo nuevo y muy interesante, como el surgimiento de “nuevas organizaciones como la fundación ligada a la familia Venturino, quienes crearon una entidad para hacer un trabajo de memoria y de valoración de lo que se hizo en la época de 1940 en adelante”.

Desde el Sur de Chile Felipe Castro, director del Circo Hermanos Castro y coordinador del Circo Temporal Sur de Chiloé, parte de la premisa que el circo es uno solo y que existe desde los inicios de la humanidad, por lo tanto, aunque se hable de circo callejero, circo contemporáneo, nuevo circo o tradicional, el circo es un arquetipo que ha estado presente desde siempre. “Quizás en la época del mono existió un chimpancé que se colgaba de las ramas para impresionar a los otros… es algo muy universal y holístico”, manifiesta Felipe, quien también reconoce que el circo en Chile ha avanzado por ambos lados, “no vengo de una familia de circo, tampoco de una escuela, más bien vengo de una mixtura de ambas cosas, pero por lo mismo tengo las dos visiones. Me relaciono mucho con gente del circo tradicional, pero también he tenido alguna formación en el Circo del Mundo y con la compañía Balance”. Desde su perspectiva el circo tradicional ha evolucionado y hoy se encuentra nuevamente en una época de oro ya que están saliendo muy buenos trapecistas, acróbatas, niños y jóvenes que hacen cosas como triples mortales en los vuelos, dobles full y trucos que antes no se veían y que sólo los mexicanos hacían. “Para mí ha estado resurgiendo el circo tradicional, están muy organizados y logrando cosas importantes. Siento además que los dos sindicatos han avanzado mucho porque el trabajo se lo han tomado con mucho profesionalismo, resguardando a los trabajadores y empresarios de circo. El modelo de negocio que tiene el circo tradicional desde hace más de 200 años prevalece y se nota que funciona y de alguna manera es emulada por la gente del circo contemporáneo”, reconoce Felipe desde la Región de Los Lagos.

Respecto al circo contemporáneo, también piensa que ha avanzado y se está profesionalizando mucho debido a la capacidad de acceder a recursos y capacitación a desde distintas instituciones y plataformas “Por ese lado ellos han sabido adquirir fondos, también he firmado hartas cartas de retribución de chicos que se están yendo al extranjero. De hecho, dos miembros de nuestra compañía  están uno en Barcelona y otro en Argentina”, comenta Felipe, quien además destaca el trabajo de compañías como “Balance” y “Circo en La Cuerda” quienes a su juicio han realizado una labor que se ha transformado en un modelo a seguir en cuanto a enfoque y el estilo de desarrollo. También destaca lo que realiza el circo callejero, quienes han avanzado en técnica y destreza, lo que se puede apreciar fácilmente en semáforos y plazas públicas donde cada vez es posible ver trucos más difíciles y a un alto nivel.

ZirkoZita-1998. Foto. El Circo del Mundo.

“EXISTEN DOS ÁMBITOS EN EL CIRCO”

Para Alejandra Jiménez, directora de El Circo del Mundo, el circo en Chile necesita una distinción entre el tradicional y el nuevo circo o circo contemporáneo, incluso señala que la misma la política pública del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio considera estos dos ámbitos de desarrollo. Desde esa perspectiva Jiménez sostiene que su competencia es  sobre el nuevo circo, un arte todavía muy joven, cuya historia se emparenta con el inicio de la organización que dirige, que nace como proyecto hace 23 años y recuerda que recién hace 20 años, en 1998, se realizó el primer espectáculo de nuevo circo llamado “ZirkoZita”, dirigido por Alain Veilleux.

 

“Siento que con 20 años es aún muy pronto para escribir la historia del circo nuevo, sin embargo, ha sido muy gratificante y conmovedor ser parte de ese proceso y aportar a fortalecerlo. En estos últimos diez años, el nuevo circo ha avanzado sobre todo en la descentralización, hoy existen asociaciones y agrupaciones culturales de nuevo circo en todo el país y eso es hermoso. Nos falta creación, producción y mucho más profesionalización”, dice Alejandra Jiménez, quien también es parte de la fundación de la primera Escuela de Artes Circenses del país, a través de la que colabora en la formación de nuevos talentos artísticos, preocupándose de que esta pedagogía sea de la mayor calidad posible, “nos hemos ocupado mucho de generar redes internacionales y nacionales y no solo con personas ligadas al circo sino que también a las artes escénicas y a espacios colaborativos donde se discuta y se reflexione poniendo en valor diversos contenidos de todas las artes escénicas y por su puesto del circo”, resume Alejandra.

La directora del Circo del Mundo añade que una de sus principales preocupaciones es también aportar a las políticas públicas trabajando muy colaborativamente con el Estado con el fin de generar políticas culturales para las artes escénicas en general, siendo activa promotora del proyecto de Ley de Artes Escénicas, y del circo en particular, apoyando el fortalecimiento del área de circo del Ministerio y la profesionalización de los artistas.

CIRCO EN TRANSICIÓN

Desde la ámbito artístico y creativo, la acróbata Francisca Arce, que recientemente estrenó en Matucana 100 el espectáculo circenses “Oxida2” dirigida por Martín Erazo(La Patogallina), cree que el circo hoy está en una etapa de transición y búsqueda. “Estamos en una especie de transición de identidad de lo que somos hoy como artistas de circo contemporáneo. Transición en el sentido de que, si bien no somos de circo tradicional, nuestros referentes siguen siendo ellos. Somos del circo nuevo y no tenemos muchos referentes en Chile, por lo tanto, todas nuestras visiones se basan más en tendencias fuera del país, donde hay otro recorrido, otros procesos y por lo tanto, la propuesta de otros temas. Estamos intentando encontrar lo que hoy somos nosotros en Chile”, dice Arce.

La artista circense señala que son pocos los espectáculos “donde he dicho que lo que se está viendo es un estilo propio chileno. El que más podría acercarse es ´La Sangre de la Tierra´ pero está dirigida por un canadiense (espectáculo de El Circo del Mundo dirigido por Alain Veilleux)”, resume.

RESGUARDO LABORAL Y PROFESIONALIZACIÓN

Ricardo Padilla, director de “Circo Escuela”, organización dedicada principalmente al circo social en la Región de Tarapacá, másconocido como “Kanatrán” cree que, a la hora de analizar el estado del circo en nuestro país, existen dos líneas claras, una tradicional de familia circense y otra contemporánea y que se relaciona con el nuevo circo. “En ambas el riesgo se mantiene y en el último tiempo se han permeado ambos lenguajes en una dinámica que debe mantenerse. Sin embargo, el concepto de gira o temporada se mantiene sólo para unos pocos ligados más al circo tradicional. También la investigación y la salida a estudios en el exterior posibilitaron una camada de nuevos colegas, instructores, artistas, investigadores y creadores, mientras que en festivales internacionales se reafirman familias del gremio”, señala Padilla.

Para el artista también hay un aspecto importante y poco abordado en el sector, que tiene que ver con la situación previsional o de salud en el circo, sobretodo si se considera que la mayoría de los artistas e instructores que cotizan seguridad social lo hacen por el sueldo mínimo y existe una cantidad aún mayor de personas que no cotizan ni tienen ningún tipo de seguridad social asociada a su trabajo.

 

“Siento que en Chile hay una eclosión, un florecimiento que permite comenzar a pensar seriamente en una profesionalización del arte circense que sale ya de lo que es la familia tradicional y nos permite a las personas ligadas a las artes escénicas de diferentes horizontes, el acercarnos a la pista como un lugar privilegiado, brindándonos un material maravilloso para poder indagar en los lenguajes escénicos», dice Camila Osorio.

La directora del espectáculo circense «La Celebración o el Drama del Paraíso» (2017) y actriz, pedagoga e investigadora teatral, experta en entrenamiento, dramaturgia actoral y técnicas de TeatroOriental, Camila Osorio Ghigliotto, señala por su parte que, en los últimos 25 años, ha existido una apertura de lo que es el circo tradicional hacia espacios que tienen que ver con el teatro, la calle y la educación y que a la vez ha nutrido nuevos lugares, grupos y nuevas maneras de mirar el arte circense. “Siento que en Chile hay una eclosión, un florecimiento que permite comenzar a pensar seriamente en una profesionalización del arte circense que sale ya de lo que es la familia tradicional y nos permite a las personas ligadas a las artes escénicas de diferentes horizontes, el acercarnos a la pista como un lugar privilegiado, brindándonos un material maravilloso para poder indagar en los lenguajes escénicos.Siento que eso está sucediendo poco a poco en Chile, aún con toda la precariedad económica que existe en este país. Por lo mismo, siento que hay una gran voluntad de trabajo y una necesidad de seguir aprendiendo”, sostiene Osorio.

La actriz señala que su propuesta hacia el arte circense viene del trabajo de la pista y la escena “hoy en día estoy muy interesada en la investigación, en los laboratorios y en cómo se articula el cuerpo creativo del artista de circo. Mi aporte está en la mirada de la integración de la técnica circense con la expresividad del teatro físico y las posibilidades que brinda la escena y la dramaturgia teatral. Me interesa mucho la investigación en torno al “matrimonio” entre circo y teatro, y toda la belleza que hay en esa posibilidad”, asevera

La Celebración o el Drama del Paraíso. Foto. El Circo del Mundo.

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FORTALEZAS, DEBILIDADES Y DESAFÍOS

A la hora de hablar de las debilidades y las fortalezas de las que goza nuestro circo, existen también variadas opiniones entre los protagonistas de la escena nacional. Felipe Castro destaca que, desde la mirada del circo tradicional, que le falta que las oportunidades, los fondos y financiamientos sean más equitativos. “El circo tradicional es autosustentable, pero el partir es siempre muy complejo. Hay circos que van en su quinta generación y heredan conocimientos y renombre, entonces forman parte de la cultura. Hay familias que por el sólo hecho de tener un apellido tienen muchas facilidades”.

«Los Hermanos Castro». Foto gentileza de Felipe Castro.

Por el lado del nuevo circo tampoco cree que sea muy equitativo, “el Fondart es la principal vía de financiamiento, una plataforma que nos obliga a competir entre nosotros. Siento que muchas veces hay compañías que no merecen ganarse un Fondart de creación, itinerancia, formación ni de nada, pero son muy buenos operadores, y muy buenos para el computador o simplemente le pagan un porcentaje a alguien para que le arme los proyectos y los ganan de forma reiterada y terminan haciéndose de un gran patrimonio. Finalmente, uno ve su circo y no es algo de calidad ni hecho con tanto amor” sentencia Castro.

El director del circo “Hermanos Castro”, piensa que en Chile estánlos mejores tony, payasos y clown y esta capacidad es sin duda una de las fortalezas más relevantes del circo nacional y reconocidos en el mundo por eso. “En esta era o este renacimiento del circo tradicional, Chile está dando mucho qué hablar con los trapecistas. Hay muy buen nivel y ya han llegado trapecistas nacionales al Soleil como Tatán González y otros más por ahí”, remarca Felipe desde Chiloé.

El artista destaca que en lo personal  ha desarrollado junto a sus hermanos una mixtura de creación con itinerancias en toda la isla, con el fin de llevar el arte circense  a todos los rincones del sur de Chile. “Trabajamos a la manera tradicional con nuestro circo ´Los Hermanos Castro´ en colaboración con otros artistas circenses que estaban antes que nosotros. Hartos muchachos que fueron alumnos hoy en día están trabajando a nuestro lado. Todo es con el fin de darle movilidad al circo en este rincón de Chile”, señala Castro.

Por su parte, Ricardo “Kanatrán” Padilla, señala que, si bien en los últimos años ha mejorado el acceso a recursos estatales específicos, se mantienen elementos extremadamente técnicos que hacen difícil el acceso al ciudadano común, sumado a una infraestructura cultural sesgada que no está ideada para intervenciones circenses que involucran elementos y parámetros altamente técnicos, como puntos de anclaje para montaje de estructuras y aparatos aéreos. “Es increíble que al respecto la sala de Matucana 100 es de las únicas salas en Chile que permite y se puede realizar actividad circense”, señala Padilla. En resumen, falta infraestructura cultural específica (salas, escenarios, galpones), también técnicos por disciplinas (mejoras en base acrobática) y profesionales como psicólogos deportivos, mayor conocimiento de nuevas normas migratorias (traída de entrenadores y/o artistas extranjeros), conocimientos tributarios y su tramitación. También  comenta que el funcionario público debe mejorar su preparación y conocimiento en estos temas para lograr orientar a artistas circenses y su designación corresponder a elementos técnicos más que políticos. Relacionando también la administración de centros o casa de cultura generalmente por municipios con escaza preparación cultural en sus funcionarios, con espacios subutilizados.

«Océano» de la Compañía de Circo en La Cuerda, Región de Tarapacá.

Desde la vereda estatal, Carla León remarca que entre los desafíos inmediatos para la actividad circense se encuentra el lograr tener una formación de técnicos de montaje en altura. “Estos cursos debieran impartirse en distintas regiones de manera que tengamos gente certificada y con una buena formación para que trabajemos de forma segura, velemos por la vida del artista, del técnico circense y, al mismo tiempo, velemos por la seguridad de quienes practican hoy con estas personas. La idea es evitar accidentes. Para mí eso es una urgencia”, dice León, quien además enfatizó  que en el año 2017 se realizó en conjunto con el Circo del Mundo un curso de formación de monitores de circo, lo que permitió tener un monitor por región, para este año la encargada del área circense del Ministerio, espera que el proyecto de formación de técnicos en altura sea desarrollado por el Sence y Chile Valora.

Camila Osorio desde su visión manifiesta que por un lado al circo le falta apoyos más serios y compromisos más poderosos para las culturas y las artes de parte del gobierno y que puedan apoyar nuevos espacios de creación y difusión, además de lugares que permitan un buen funcionamiento para laboratorios. “No hablo sólo de dineros, sino que también más apoyos a lugares de investigación y de entrenamiento. Sería maravilloso contar con espacios que estén bien implementados en seguridad, con elementos, herramientas y monitores que puedan recibir la cantidad de personas que se interesan en conocer y desarrollarse en el circo”, manifiesta. La profesional destaca al mismo tiempo un despertar del circo contemporáneo. “La fortaleza del circo en Chile principalmente pasa por el florecimiento del circo contemporáneo en nuestro país. Eso es para mí una gran semilla que está empezando a crecer en estos tiempos con los nuevos artistas que estudian en Chile y se van posteriormente a escuelas internacionales. Yo siento que eso es tremendamente positivo.  Está pasando algo que va a atraer en algunos años más nuevos aires, y nuevos vientos para el arte circense y sobre todo para el circo contemporáneo en Chile”, sostiene.

“Creo que estamos alcanzando buen nivel técnico, pero nos falta en la propuesta de contenidos por el lado artístico. No tenemos directores circenses. Los directores que hay son de teatro donde uno les muestra un truco y dicen… ´oh que estupendo´ pero viene alguien que sabe de circo y te dice…  ‘mm eso está  ahí nomas’, lo mismo pasa desde los que dirigen desde la danza que no conocen tanto la dramaturgia y a su vez los directores de teatro no conocen tanto de la estética, entonces falta alguien de circo”, dice Francisca Arce.

Según Francisca Arce, las carencias principales del movimiento en Chile están por el lado de  la dirección ya que en el país faltan directores circenses. “Creo que estamos alcanzando buen nivel técnico, pero nos falta en la propuesta de contenidos por el lado artístico. No tenemos directores circenses. Los directores que hay son de teatro donde uno les muestra un truco y dicen… ´oh que estupendo´ pero viene alguien que sabe de circo y te dice…  ‘mm eso está  ahí nomas’, lo mismo pasa desde los que dirigen desde la danza que no conocen tanto la dramaturgia y a su vez los directores de teatro no conocen tanto de la estética, entonces falta alguien de circo”.

Francisca se queda con “lo jugado” que son los protagonistas de la escena nacional, “cubren eo que el circo chileno en general es súper aperrado, somos capaces de hacer muchas disciplinas. Por lo general los alumnos salen con una variedad de disciplinas, van a otros lugares y dicen que pueden hacer malabares y muchas otras cosas más. Mientras  que en otros lugares la gente se especializa en una técnica determinada y no es capaz de hacer otras cosas”, argumenta.

“SOMOS POCOS PERO HACEMOS TANTO…”

Desde el Circo del Mundo, Alejandra Jiménez remarca que al nuevo circo le falta aún mucha profesionalización, descentralización y que debiera haber una gran escuela que cubra el norte, otra que enseñe en el sur, así como también se requiere una escuela nacional de circo. “Le falta también más circulación, más creación. Si bien estamos fortalecidos, unidos y trabajamos de forma colaborativa, siento que nos falta mucho a nivel gremial y que debemos generar una asociación de nuevo circo”, reflexiona Jiménez.

Respecto a las fortalezas, Alejandra destaca  a nivel de circo tradicional que ve la gran cantidad de circos que existen y pone en relevancia el coraje que tienen muchas compañías al recorrer el país durante todo el año con el afán de llegar a todos los rincones del país con su arte, “eso me parece maravilloso y mágico, al igual que es un ejemplo que el circo tradicional haya abandonado el trabajo con animales. También valoro al circo tradicional como un patrimonio de nuestro país y el trabajo para convertirse en patrimonio de la humanidad. Eso es hermoso y haremos todo lo posible para colaborar en ese proceso”. En su área, el nuevo circo,  destaca la gran cantidad de cosas que se han hecho en dos décadas de trabajo. “Me emociona que se celebren 21 Convenciones (Convención de Circo y Arte Callejero), festivales en el norte y en el sur y que existan encuentros de circo. También siento que es maravilloso que el nuevo circo haya encontrado una arista que tiene que ver con construir junto a la gente y eso es el circo social. Este arte ha ido muy de la mano con una deuda  histórica post dictadura que tenían las artes en general y el circo se ha hecho cargo de eso de construir con la gente y para la gente”, sostiene Alejandra Jiménez.

La directora del Circo del Mundo resume uno de los puntos más relevantes del sector en el que le toca participar, “lo que me parece más digno de destacar es como cada una de las personas que deciden ser parte de este nuevo arte tienen el coraje y la valentía de que cada día es un día que se gana y cada persona es un público al que uno llega”, y remata con la frase “Somos pocos, pero siempre hacemos tanto”.

 

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