Industria circense en pandemia

Contexto actual de La Tarumba, Perú

Por Isadora Arenas Urriola


La compañía de circo La Tarumba nace en Lima y desde 1984 busca promover el circo como un arte escénico, el desarrollo social y la educación a través del aprendizaje del circo.

Durante la pandemia y cuarentena, La Tarumba sufrió un golpe importante tanto a nivel económico como a nivel humano. Si bien, algunos integrantes padecieron de Covid-19, esto no afectó gravemente y en la actualidad se encuentran todos sanos. A raíz de la pandemia, la crisis se volvió económica, La Tarumba se vio en la obligación de reducir su equipo total en más de un 70%, entre profesores, artistas, técnicos y miembros estables de la organización. Previo a la pandemia, los espectáculos contaban con más de 30 artistas en escena y actualmente son nueve. El golpe más fuerte se vivió en el equipo estable, que se redujo más de un 80%.

 

Geraldine Sakuda, directora pedagógica de La Tarumba, cuenta cómo ha afectado la crisis sanitaria y económica al circo y cómo enfrentarán este 2021.

Tuvimos que hacer cambios, encogerse al mínimo, los más indispensables, porque no se puede sostener sin ingresos la organización. Si hemos mantenido algunas actividades, que son las que nos sostienen, las que nos permiten tener contacto con el público, que nos parecía súper importante mantener y además dar trabajo al elenco artístico y al equipo pedagógico.
Pasamos nuestros talleres para niños en formato virtual. Con respecto a nuestros espectáculos, realizamos uno en julio, que fue virtual y uno en diciembre llamado Circonía (transmitido vía streaming), junto a eventos virtuales para empresas. Trabajando a la mínima expresión”.

 

El impacto de la pandemia ¿Continúan La Tarumba 2021? 

Si, definitivamente. La razón de tomar la decisión de encogerse al mínimo es una mirada más bien proyectándose a regresar. Si nos hubiésemos mantenido con el equipo que teníamos y gastando los ahorros, iba a desaparecer. Tomar una decisión oportuna de cortar, ahorrar todo lo que se pueda con la intención de volver, en la mejor condición posible, esa ha sido la razón de seguir, y de seguir activos, hacer actividades que requieren mayor esfuerzo, pero con ingresos mucho menores. Pensamos que es la única manera de sostener, de hacer una inversión de esfuerzo, de trabajo, para mantener el equipo activo, pero sobretodo para mantenernos en la mente de los espectadores y de los alumnos, porque si no desapareces y rápidamente la gente se olvida. 

 

Felizmente la relación con todo el equipo ha quedado muy bien, a todos se le han dado sus beneficios y bonificaciones. Tratamos de sostenernos al máximo la mayor cantidad de meses a la mayoría de las personas que se podía. Incluso una vez que se finiquitó, se le volvió a contratar, pero por proyecto, para mantener esa relación. Eran los primeros en volver a ser convocados”.

 

¿Reciben algún aporte desde el Estado? ¿Fueron destinados fondos de ayuda de emergencia?
Postulamos a un fondo de ayuda por el Covid-19 y felizmente nos lo otorgaron, gracias a eso pudimos realizar la producción de diciembre, de otra manera no hubiese sido posible. Ahí comprobamos que poner a la venta un espectáculo virtual nunca cubre los ingresos que tu requieres para la realización, ya que sobretodo en el circo, la parafernalia es mayor y gracias a esos fondos se pudo realizar el espectáculo y dar trabajo desde la producción, proveedores de luminotecnia y elenco artístico. Re activarnos, aunque sea por un momento corto, un ejercicio de aprendizaje, que es súper importante en este nuevo contexto, una serie de condiciones que antes no teníamos. Esto fue una oportunidad interesante. 

No solamente el contexto de pandemia que ha imposibilitado que haya una mejora, el Perú ha atravesado una crisis política muy fuerte este último año sumada a la pandemia, entonces la situación ha sido mucho más compleja. 

 

¿Qué resultados han obtenido de las actividades virtuales?
El nivel de aprendizaje ha sido positivo. Hemos tenido una gran cantidad de espectadores, y la oportunidad de hacer ventas corporativas, vimos ahí una oportunidad y la hemos aprovechado. A nivel de talleres para niños, los costos son menores pero el precio del taller también es menor, porque la gente no paga de la misma manera lo virtual a lo presencial, pese a que el esfuerzo es igual o mayor. Si cubre los costos y nos permite tener un “colchón”, pero no se recupera la inversión.

 

Antes del confinamiento, el circo no poseía modalidades en línea. Regularmente La Tarumba recibía cerca de 800 alumnos por año, actualmente son más de 200: “La oferta ha sido mucho menor, pero ha funcionado perfectamente”. 

 

Esta reinvención del circo no solo ha sido en lo artístico y pedagógico, sino también en lo social. La Tarumba tenía en su programación social 2020 el proyecto Cuerda Firme (Proyecto social aplicado simultáneamente en Chile a través de El Circo del Mundo) enfocados (Perú) en la migración e inclusión, junto a la Cruz Roja: “La pandemia lo cambió todo, cambiamos el enfoque del proyecto y lo trasladamos a la formación de gestión cultural”. 

 

Una oportunidad de venta

“La Tarumba tiene muy buena acogida, muchos “FanTarumba”, un público grande. Teníamos productos de merchandising por temporadas, y ahora nos asociamos con una empresa y sacamos mascarillas de La Tarumba, con una línea de diseños a la venta, para niños y adultos, por tallas. Un producto nuevo que hemos lanzado y que nos ha dado la idea del e-commerce y empezar a explorar esa posibilidad y pensar en nuevas ideas. A nivel de clases virtuales, la idea es mantenerlos y tal vez de manera nacional e internacional, una oportunidad de aprendizaje maravilloso no solo para los que viven en Lima. Es una ventaja que no habíamos imaginado y eso se va a quedar. Siempre existió la idea y urgencia de hacer talleres al interior del país, pero era muy caro enviar un profesor o que se quisiera ir a vivir allá. Ahora se abre una nueva ventana hacia un producto nuevo. No solo alumnos que estén fuera, sino también profesores desde el extranjero y eso es positivo”. 

 

¿Brecha digital?
Sin duda, es un problema que se tiene que resolver y ahora uno se da cuenta de lo importante que es. Tuvimos que destinar parte del presupuesto para los datos móviles de los alumnos. Celulares inteligentes casi todos tienen, pero datos para conexión, no todos y eso hemos tenido que resolverlo. Hemos tenido profesores que viven en distritos donde la conectividad es muy mala, y lograr que ellos tengan un internet estable para dictar la clase, también fue un tema. También las redes sociales activas, entregando soporte y respuestas constantes, eso también cuesta más. Porque tratas de dar un buen servicio, acompañar al espectador o cliente para que pueda acceder y resolver sus problemas. Eso es algo que también se debe tomar en consideración. 

 

¿Cómo describirías la industria circense?
Más allá del circo tradicional, existen exponentes como Cirque du Soleil, Les 7 Doigts, Cirque Éloize, y una serie de compañías que son más allá de un grupo de artistas circenses, son una industria. Alquilan espacios, hacen eventos corporativos, venden el espectáculo y/o el número, un poco más y les falta hacer el catering. Eso indica una relación mayor en cuanto a la industria y a la producción, sumado a la web permanente con contenido, los vídeos, merchandising, los derechos de los shows, el sello propio. Eso denota una industria, con decisiones comerciales y empresariales. 

 

“Debido a la pandemia, cada quien debe tomar las decisiones empresariales que más se acomoda a su modelo. Acogerse a lo que se pueda para salir en las mejores condiciones posibles de esta situación completamente atípica y de improviso. Debes encontrar la manera de solucionarlo”. 

 

¿Ustedes se sienten parte de la industria circense? 

Si, no por el lado netamente comercial, ya que no creamos para llenarnos los bolsillos de dinero, pero sí a nivel organizativo, de estructura, de que funcione la organización, si, definitivamente.
Vamos al revés de las organizaciones comerciales de todo el mundo, pero las tienes que hacer en función a cómo está funcionando el sistema. En ese sentido si.
Cuando hacemos que un espectáculo gire o itinere, tenemos que aprender de la industria del circo tradicional. Cómo se mueven, cómo venden sus entradas, los traslados, son aprendizajes del circo tradicional, que es en sí mismo una industria. No a nivel Soleil, ni a nivel digital, pero si parte de una estructura mayor. 

 

¿Qué mejoras ves para la industria circense? 

La situación es compleja, más allá de la precariedad. Es momento de exigir derechos, de exigir al estado una atención como trabajadores del arte. Hemos permitido que las condiciones sean desfavorables y ya no alcanza, no es suficiente. Hemos sido in visibilizados. 

Es importantísimo la fuerza con la asociación, trabajar en red asociativamente. Si quieres un impacto cultural mayor del sector debes unir fuerzas y eso toma tiempo, es parte del proceso, pero si no lo hacemos, nunca seremos considerados como un sector valioso dentro de la sociedad, y nunca vamos a lograr que haya atención de todos los sectores. Valorar el arte y al trabajador del arte, y lo que aporta a la sociedad y al desarrollo de los países. 

Pese a que el Ministerio de Cultura se demoró muchísimo en despertar y tuvo que haber un escándalo para que sucediera, si creo que han hecho una inversión muy fuerte en la capacitación al sector cultural, y eso me parece súper valioso. Muchas veces cuesta reconocer lo que es bueno, existe la crítica al Estado, pero cuando entregan una capacitación gratuita entran los mismos cinco de siempre, y al mes siguiente igual te quejas de que no han dado nada, ese siempre ha sido un lastre que seguimos cargando y creo que es momento de escucharnos y conversar más. 

 

“Nos piden que liberemos gratuitamente nuestros espectáculos para que todo el mundo siga teniendo salud mental, pero cuando empiezas a cobrar una entrada para sobrevivir, para tu salud mental, la gente no está dispuesta a pagar. Las entradas a espectáculos virtuales ahora cuestan 1⁄4 de lo que costaban antes, y aún así la gente no está dispuesta a pagarlo”.

 

2021 un año lleno de incertidumbres
Nos viene un año que no sabemos, ya está dicho que hoy no sabemos lo que va a pasar mañana. A nivel político económico social en abril hay elecciones en Perú, por lo tanto, no sabemos quién va a gobernar. Es momento de tomar decisiones y conversar. 
Yo trato de ser optimista y agradezco esta oportunidad que hemos tenido de mirar fuera de tu ámbito de trabajo. El hecho de reunirnos con la Federación Iberoamericana de Circo FIC periódicamente durante la pandemia, la circunstancia de encontrarnos y escucharnos, han abierto una mirada. Aportar a la toma de decisiones y a la creación e investigación de nuevos protocolos en los diferentes países, nos abrió la cabeza. A veces estamos muy enredados en nuestros propios problemas a nivel local, permanentemente mirándonos a nosotros mismos, cuando de pronto podemos encontrar un ejemplo y una solución que ya se probó en otro país y aplicarlo. Esta apertura a lo global, que ya existía pero que la pandemia lo permitió aún más, nos ha dado la lección de mirar a lo que pasa en otros lados. Eso me parece valioso tomarlo en cuenta. – 

 

 

 


 

Crisis en la Industria 

Aquella reflexión entregada por Geraldine Sakuda, se puede trasladar a todos los ámbitos más allá de la industria circense, encontrando una posibilidad de intercambiar saberes y experiencias. Bien sabe de esto UNESCO, quienes compartieron una guía descargable de ayuda al sector: La Cultura en crisis: Guía de políticas para el sector creativo resiliente1, en donde detallan cómo la pandemia y la crisis sanitaria han sido catastróficas para el sector cultural: “La crisis causada por la pandemia de COVID-19 ha tenido repercusiones devastadoras en el sector de la cultura, poniendo de manifiesto y exacerbando a un tiempo la volatilidad de la que ya adolecían las industrias creativas y culturales. La cultura en crisis es una guía práctica que presenta las políticas y medidas de emergencia adoptadas durante la pandemia que se han considerado eficaces y beneficiosas. Basándose en la experiencia cosechada con la aplicación de esas medidas, esta guía hace una evaluación de las tendencias surgidas recientemente, señala las carencias actuales y las que ya existían anteriormente, y proporciona un asesoramiento práctico a los responsables de la formulación de políticas para ayudarles en la tarea de integrar las industrias creativas y culturales en los planes de reactivación de la economía y la vida social.  En La Cultura en Crisis se proporcionan orientaciones sobre cómo responder a las necesidades más apremiantes e inducir los cambios estructurales indispensables para fortalecer la resiliencia de las industrias creativas y culturales, y prepararlas para lo que se ha convenido en llamar la “nueva normalidad”.

 

DokuCirco, centro mexicano de documentación circense, expresaron a través de un comunicado sobre la incertidumbre en la que se encuentran: “No sé si en este momento somos capaces de estimar la magnitud del retroceso que esta crisis provocará en el circo (entre muchos otros sectores artísticos y sociales). El día que podamos dar función nos encontraremos con que hace mucho tiempo que no podemos ensayar de forma adecuada, pues los espacios de entrenamiento han permanecido cerrados o con medidas de distanciamiento que limitan los horarios de uso al mínimo (algunos de esos espacios han cerrado sus puertas definitivamente), nos encontraremos con que muchas de nuestras empresas culturales han dejado existir. El mundo artístico y cultural es un ecosistema social frágil y tras meses sin recibir ingresos nos enfrentaremos a la desaparición de gran cantidad de estructuras. El día que podamos dar función nos encontraremos con que, en el afán por sobrevivir, nos hemos profesionalizado en actividades muy diversas, ajenas al arte escénico, y tal vez el último boletín electrónico que habremos enviado no habrá sido de circo, sino promocionando podas en altura, vermouth artesanal o clases de fitness por computadora. Sin embargo, no todo es negativo, este periodo ha puesto de relieve la enorme resiliencia del sector artístico así como la incansable creatividad de sus integrantes. Y lo que es más importante, ha favorecido la comunicación a la interna del gremio, lo que abre nuevas perspectivas de organización, el elemento sine qua non del fortalecimiento de nuestro sector,  que se presenta además en un momento oportuno, en el que se ha evidenciado la importancia para el resto de la sociedad de la producción artística”.-

 

Múltiples agrupaciones, empresas, colectivos y ONGS del sector de las artes escénicas a nivel mensual han declarado públicamente cómo esto les ha repercutido y cuáles han sido las consecuencias de esto. Paralelamente NAVE desde Chile, ante un inminente cierre, lanzaron una campaña #SalvemosNave solicitando al ministerio de Las Culturas un apoyo y solución, a su vez buscando nuevas estrategias para la continuidad del espacio y espacios donativos, con el compromiso de entregar una respuesta y decisión final en marzo 2021, publicado en sus redes sociales y sitio web: “NAVE y la Vitrina ambos espacios reconocidos por el sector y la comunidad de la danza, por ser claves en el desarrollo de esta disciplina quedaron en lista de espera, sin obtener los recursos. En el caso de NAVE el comité interno que representa al Gabinete de la Ministra cuestionó el impacto de su programación en la ciudadanía, lo que da a entender que la Danza Contemporánea no está considerada como un arte de impacto para nuestro país. Si bien no tenemos observatorios de la danza que se dediquen a evidenciar estas diferencias abismantes entre los apoyos que recibe un sector versus otro, nos parece importante como institución evidenciar y reclamar a viva voz por la falta de apoyos para la danza, principalmente por la falta de recursos desde el estado para apoyar a sus agentes y espacios culturales que son hoy organismos claves en la reactivación de dicha disciplina en tiempos tan complejos, somos nosotros los que podemos más que nunca dar apoyo y campo laboral a los creadores que necesitan recuperar sus proyectos y economías. Lamentablemente NAVE a pesar de ser uno de los espacios emblemáticos para la danza contemporánea hoy, sin estos apoyos, se ve obligado a dejar de funcionar. Con los recursos que actualmente posee sólo podría llegar a funcionar hasta mayo de 2021, por lo que más que nunca necesita de apoyos para su continuidad”.-

 

La escena circense se encuentra en diferentes y volátiles fases, tal como la pandemia. Actualmente existen países donde han vuelto con los espectáculos presenciales y otros que se están modificando al show online, pero las giras permanecen paralizadas. Es momento de innovar, reinventarse y crear nuevas instancias de negocios, de ampliar el rubro, tal vez, o crecer a través del e-commerce, o ampliar el merchandising a las nuevas tecnologías, requerimientos y protocolos actuales, como es el caso de la Tarumba.

La industria del cine, desde sus inicios hasta hoy en día, ha sufrido por múltiples crisis y procesos de innovación, desde el color, el cine 3D, 4D, hasta las plataformas de streaming, incluso en el caso de nuestro país la falta de fomento, han sido hitos claves para la reinvención de este, una industria que no ha parado de funcionar y se ha sabido adaptar a crisis, pandemias y nuevos inventos.

La industria circense contemporánea es una industria joven, creativa sin lugar a dudas, capaz de reinventarse y de generar nuevas alternativas de negocios, si bien la pandemia dejó en evidencia una necesidad latente de fortalecer a nivel económico el sector y la industria cultural, también ha visibilizado la necesidad de cultura y arte para y por las personas, aún más en tiempos de encierro, bien sabe de esto el cine, que ha logrado peaks de audiencias impensado en la producción y difusión nacional.

Las industrias están en crisis y es momento de exponer las necesidades reales de la población y de crear nuevas formas de trabajar y generar nuevas oportunidades de crecimiento, y el circo siempre ha sabido trabajar con eso. 

 

Descarga la versión PDF AQUÍ

1 UNESCO, La Cultura en crisis: Guía de políticas para el sector creativo resiliente
Link sitio web:  https://es.unesco.org/creativity/publications/cultura-en-crisis-guia-de-politicas-para-sector

www.latarumba.com
Fotografías gentileza de La Tarumba

 

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